No basta con serlo, también debes parecerlo.

martes, 12 de marzo de 2013

Acción-repercusión.

Estás ahí, como en un día cualquiera, ocultando cosas en tu interior, un interior que no tardará en ver la luz. Entonces llegan esas palabras claves para hacerte explotar. Explotas. ¿Se escuchó algo? No. Aquí fuera no, pero dentro todo se ha derrumbado.

Quizás terminas pagándola con quien no se lo merece, pero en ese momento no estás como para pedir perdón. Lloras. Gritas. Pero todo sigue aquí, igual que antes.

Sacas hasta el último nervio de tu cuerpo, todo tu carácter, tu rabia, tu ira y tus cojones al ver un reacción o una.. contestación que no esperas, pues sabes bien que es falsa.

¿Qué me queda? Nada. Estoy aquí, en esas noches en las que mis únicas compañeras, son mis lágrimas.




                                                -Pido perdón a aquella persona que he podido ofender.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario